Nos despedimos de La Paz, Bolivia

Nos despedimos de La Paz, un lugar que cautiva y enamora. Nos llevamos la majestuosidad de Los Andes y sus prados verdes y hermosos. Sus casas de ladrillos e interminables pasillos de comercio informal llenos de cultura y tradiciones. Sus moto taxis, bicicletas adaptadas y un teleférico que une; La Paz alta y la Paz baja para mostrar a vista de pájaro toda su particularidad . Nos llevamos sus fiestas tradicionales y su forma de entender los diferentes detalles de la vida. Sus atuendos y sombreros, sus coloridos complementos y sus largas trenzas.

Pero sobre todo, nos llevamos el calor de su gente y su fácil sonrisa. Agradecido por las atenciones desmedidas de nuestros compañeros bolivianos. Se han desvivido por cuidarnos, por hospedarnos, por facilitar los transportes y ofrecernos lo mejor de las dietas tradicionales. Gracias y gracias, por la amistad, por las enriquecedoras conversaciones interculturales, por compartir fe y principios. Os vamos a echar de menos, que la carretera nos vuelva a unir pronto. Hemos venido a servir, y nos llevamos mucho.

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