Nuestro autobús pasa la frontera y nos espera al otro lado. Nosotros tenemos que pasar por el control de pasaportes y cumplimentar la debida documentación. Una vez y aprobado el visado, pasamos andando por el puente fronterizo. Desde ahí podemos ver lo que llaman los hombres del agua, que son aquellos, que de forma ilegal, y cargados con bolsas, atraviesan el rio para comerciar en México.
Ya en Guatemala se contemplan cientos de motos y bicicletas que, adaptadas, sirven de taxi, transporte y trabajo para los habitantes del lugar. Puestos de comida inundan las calles, y mucha gente va y viene. Guatemala es verde muy verde, se puede ver el ganado y las llanuras durante todo el camino hasta la Ciudad de Guatemala, lastima que nuestro tiempo aquí sea tan corto.