Llegamos a la frontera de Honduras, un lugar tranquilo y apartado. Un espacio rodeado de algunas moto taxis, unas pocas chabolas y quioscos callejeros que sirven algo de comida. De nuevo toca cumplimentar documentación y control de pasaportes para una visita relámpago antes de llegar a Nicaragua.
Atravesamos este bello país donde el ganado pasta, las casitas se confunden con la naturaleza, y los grandes prados y verdes montañas, se hacen preguntas socio políticas sobre un país que sufre la mayor desigualdad de America latina.