Tras varios días en diferentes ciudades de Panamá, disfrutando de diferentes programas con niños y un concierto en Ciudad de Panamá, salimos hacia Medellín, Colombia.
No hay carretera que conecte Centro América con Sudamérica, y los pocos caminos que hay, están controlados por las guerrillas así que este viaje lo haremos en avión.
La frontera colombo-panameña es un paraguas verde que oculta un intenso tráfico de hombres armados, piratas contemporáneos y traficantes de armas y drogas. Desde Colombia hasta Panamá hay un corredor marítimo de unos 80 kilómetros libre para lanchas cargadas de tráfico ilegal y cientos de kilómetros de montaña cerrada donde sólo algunas comunidades indígenas waunann resisten el paso permanente de los guerrilleros.
Nos preparamos para entrar en Colombia y ver todo lo que está por venir.