Nuestro trabajo como plataforma comenzó en un campo de refugiados.
Las consecuencias de los conflictos y la persecución producen daños colaterales devastadores que llevan a familias enteras a huir y encontrarse en situaciones de todo tipo en contra de su voluntad.
Hace 14 años pisamos por primera vez los campamentos refugiados saharauis en el desierto del Sáhara, Tinduf, Argelia, que a día de hoy se han convertido en los más antiguos del mundo. Más de 40 años en situación de refugiados han pasado de generación en generación, en lo que debe ser un asentamiento temporal, sobreviviendo gracias a la ayuda humanitaria. Hasta día de hoy, seguimos luchando por cambiar la injusta situación que atraviesa este pueblo y mientras tanto, por mejorar sus condiciones de vida y el futuro de los niños.
En los últimos años, nos hemos encontrado implicados en el mayor éxodo de la historia de Latinoamérica, donde más de 4 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela buscan refugio en todo el mundo, huyendo con miedo y desesperación como consecuencia de la violación de los derechos humanos en su país.
Hemos conocido las realidades de países como Kenia y Tanzania, donde se encuentran algunos de los campamentos de refugiados más grandes del mundo.
Pero esto no es todo, en torno a 70,8 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. En la actualidad, en todo el mundo, cada dos segundos una persona se ve obligada a desplazarse como resultado de los conflictos y la persecución.
En el Día Mundial de los Refugiados, que se celebra cada 20 de junio, se conmemora la fuerza, valor y perseverancia de cada uno de ellos.
«Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas» Martin Luther King
Mientras tanto, seguiremos aquí.
FOTOGRAFÍA: Campamentos Refugiados Saharauis.