En 2012 viajamos a India.
India es el país asiático con más trata de personas con fines de explotación sexual. Un país clave donde los menores que viven en la calle son las primeras víctimas potenciales de estas redes mafiosas, engrosando las cifras de los que son captados por otras vías.
El “distrito de las luces rojas” en Bombay está considerada una de las áreas de prostitución más grandes de toda Asia y una de las más peligrosas.
Ese año creamos vínculo con Compassion en India, que estaba generando un impacto directo en la sociedad y atendiendo, entre otras cosas, a más de 140.000 niños que por su vulnerabilidad se convertían en potenciales víctimas de trata.
En lugar de estar en las calles, iban a la escuela, vestían sus uniformes y sus familias eran atendidas. La atención integral de las necesidades, la protección y el amor en contraposición a la trata de personas.