Cómo duele el sufrimiento consentido
La indiferencia decidida y escogida
La obediencia a los más bajos instintos
Que un ser humano se convierta en mercancía
Cómo duele, cómo duele
Una mezcla de rabia y esperanza
Se fusiona en mi pecho y en mi mente
Empujándome a cantar aún con más fuerza
Por cada lágrima de los olvidados
Cómo duele la injusticia de los justos
Cómo duele la pasividad del fuerte
El discurso de las vallas sin agallas
La vergüenza descarada de los muros
Cómo duelen las cadenas invisibles
Cómo duelen los derechos inhumanos
Los acuerdos que conducen a la guerra
Y que la paz se nos escape de las manos
Cómo duele, cómo duele
Ya no más silencio